¿Qué es un grano infectado?
Un grano infectado es una lesión en la piel que se produce cuando una glándula sebácea se obstruye y se inflama. Esto puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo y es causado por bacterias que entran en la piel a través de pequeñas heridas.
¿Cómo se reconoce un grano infectado?
Un grano infectado se reconoce por su aspecto inflamado, rojo y con pus en su interior. También puede ser doloroso al tacto. Si se manipula de forma incorrecta, la infección puede propagarse, aumentar de tamaño y dejar cicatrices.
¿Cómo quitar un grano infectado?
Lo primero que hay que hacer es mantener la zona afectada limpia y sin irritaciones innecesarias. Si se nota que el grano comienza a madurar y se ve amarillo en su centro, lo mejor es esperar a que se abra y drene por sí solo. Para ayudar a acelerar el proceso, se puede aplicar compresas tibias varias veces al día durante 10-15 minutos.
En caso de ser necesario, se pueden seguir los siguientes pasos:
- Desinfectar el área: Antes de manipular el grano, se debe limpiar la piel alrededor del mismo con agua tibia y jabón suave, sin frotar demasiado.
- Drenar el grano: Con el uso de un algodón estéril y unas pinzas limpias, se puede presionar suavemente hacia abajo en las áreas inflamadas, hasta que se libere todo el pus.
- Tratar la herida: Después de drenar la infección, se debe limpiar la zona con agua tibia y jabón suave, secar con una toalla limpia y aplicar una crema antibiótica. Se pueden encontrar fórmulas de venta libre en la farmacia sin receta médica.
Consejos:
- Evite apretar, rascar o reventar los granos infectados ya que esto puede empeorar la situación y propagar la infección.
- Para prevenir futuros granos infectados, es importante mantener la piel limpia, especialmente en áreas propensas a la sudoración y la fricción.
- Cambie las toallas y la ropa de cama con regularidad para reducir la cantidad de bacterias en la piel.