Introducción
El hierro es un material resistente y duradero, pero a menudo se ve afectado por el óxido. El óxido es el resultado de la oxidación del hierro expuesto al aire y la humedad. Cuando los objetos de hierro se oxidan, pueden deteriorarse y perder su aspecto original. Aquí te presentamos algunas opciones para quitar el óxido del hierro de forma casera.
Opción 1: Vinagre y bicarbonato de sodio
Materiales:
- Vinagre blanco
- Bicarbonato de sodio
- Agua
- Cepillo de cerdas duras
- Papel de lija
Procedimiento:
- Mezcla 1 taza de vinagre con 1 taza de agua en un recipiente.
- Agrega 1 cucharada de bicarbonato de sodio a la mezcla y mezcla bien.
- Sumerge el objeto de hierro en la mezcla y déjalo por unas horas.
- Retira el objeto y frota con un cepillo de cerdas duras.
- Si aún hay óxido, lija la superficie afectada con papel de lija hasta que el óxido desaparezca.
Opción 2: Limón y sal
Materiales:
- Limón
- Sal gruesa
- Cepillo de cerdas duras
Procedimiento:
- Corta un limón por la mitad y esparce sal gruesa sobre una de las mitades.
- Frota la parte oxidada del objeto de hierro con la mitad de limón y sal.
- Deja reposar el objeto por unas horas.
- Frota el objeto con un cepillo de cerdas duras.
- Si queda algún óxido, repite el proceso hasta que desaparezca el óxido.
Opción 3: Aceite y vinagre
Materiales:
- Aceite
- Vinagre blanco
- Cepillo de cerdas duras
Procedimiento:
- Mezcla partes iguales de aceite y vinagre blanco en un recipiente.
- Sumerge el objeto de hierro en la mezcla y déjalo por unas horas.
- Retira el objeto y frota con un cepillo de cerdas duras.
- Limpia el objeto con un paño seco.
Conclusión
Existen varias opciones caseras para quitar el óxido del hierro. Cualquiera de estas opciones pueden ser efectivas para recuperar objetos deteriorados por el óxido. Es importante tener en cuenta que puede ser necesario repetir el proceso varias veces hasta eliminar por completo el óxido. ¡Anímate a intentarlo en casa!