Como limpiar el horno muy sucio
Cómo limpiar el horno muy sucio
Limpiar el horno puede ser una tarea desafiante, especialmente si ha acumulado mucha suciedad y grasa con el tiempo. Sin embargo, con los consejos adecuados y un poco de paciencia, podrás devolverle su brillo y funcionalidad original. Sigue leyendo para descubrir cómo limpiar tu horno muy sucio de forma efectiva.
Paso 1: Preparación
Antes de comenzar, asegúrate de tener a mano los siguientes elementos:
- Guantes de protección: Para mantener tus manos seguras.
- Agua caliente: Para ayudar a ablandar la suciedad y la grasa.
- Detergente suave: Puedes utilizar un detergente específico para hornos o una mezcla de agua y jabón líquido.
- Esponja no abrasiva: Para realizar la limpieza sin dañar la superficie del horno.
- Raspador de plástico: Útil para desprender la suciedad más persistente.
Paso 2: Retirar las rejillas y bandejas
Antes de comenzar a limpiar el interior del horno, retira las rejillas y bandejas y límpialas por separado. Puedes sumergirlas en agua caliente con detergente durante unos minutos y luego fregarlas suavemente con la esponja.
Paso 3: Limpieza del interior del horno
Rocía agua caliente por las paredes, el techo y el suelo del horno. Luego, aplica el detergente suave y deja que actúe durante al menos 30 minutos. Este tiempo permitirá ablandar la suciedad y la grasa, facilitando su eliminación.
Usa una esponja no abrasiva para fregar el interior del horno, prestando especial atención a las áreas más sucias. Si encuentras restos difíciles, utiliza el raspador de plástico para desprenderlos con cuidado. Recuerda hacerlo suavemente para no dañar la superficie del horno.
Paso 4: Limpieza de los restos
Una vez que hayas eliminado toda la suciedad del interior del horno, enjuaga bien con agua caliente y sécalo con un paño limpio. Asegúrate de que no queden residuos de detergente, ya que esto podría generar olores desagradables durante el uso posterior del horno.
Paso 5: Limpieza de las rejillas y bandejas
Después de limpiar el interior del horno, vuelve a colocar las rejillas y bandejas. Si todavía presentan suciedad o grasa, límpialas nuevamente con la esponja y el agua caliente con detergente. Una vez limpias, sécalas completamente antes de volver a colocarlas en el horno.
Recuerda que es importante realizar una limpieza regular del horno para prevenir que la suciedad y la grasa se acumulen. Un horno limpio no solo se ve mejor, sino que también es más seguro y eficiente.