Introducción
Los fulares son una alternativa muy útil y práctica para transportar a los bebés de manera segura y cómoda. Sin embargo, hay que aprender a colocarlos correctamente para prevenir accidentes y evitar posibles problemas de salud tanto para el bebé como para el porteador.
Tipos de fulares
Existen distintos tipos de fulares en el mercado, pero los más utilizados y recomendados son:
- Fular tejido: está hecho de tela resistente de algodón que se ajusta perfectamente al cuerpo del bebé y del porteador. Son muy cómodos y permiten llevar a los bebés en distintas posiciones.
- Fular elástico: está hecho de tela elástica que se adapta al cuerpo del bebé y del porteador. Son muy cómodos para los primeros meses del bebé, pero no son recomendables para llevar a niños más grandes debido al peso.
- Fular rígido: está hecho de tela rígida y es muy recomendable para llevar a bebés más grandes debido a su resistencia y firmeza.
Cómo colocar un fular correctamente
Paso 1: Prepara el fular
Asegúrate de que el fular esté limpio y sin arrugas antes de utilizarlo. Si es la primera vez que lo usas, es recomendable lavarlo previamente para evitar posibles irritaciones en la piel del bebé.
Paso 2: Posiciónate correctamente
Colócate el fular sobre los hombros y cruza las dos puntas detrás de tu espalda.
Paso 3: Coloca al bebé en el fular
Hay distintas posiciones en las que puedes colocar al bebé en el fular, dependiendo de su edad y de tus preferencias. Algunas posiciones recomendadas son:
- Posición vertical: sostén al bebé frente a ti, con una mano sosteniendo su cabeza mientras le vas pasando las piernas por debajo del fular.
- Posición horizontal: coloca al bebé sobre el fular, con la cabeza apoyada en tu pecho. Luego, envuelve el fular alrededor del bebé, asegurándote de que su cabeza quede siempre visible.
Paso 4: Ajusta el fular
Una vez que has colocado al bebé en el fular, es importante verificar que esté correctamente ajustado para evitar posibles caídas o lesiones. Para ello, asegúrate de que:
- El fular esté bien sujeto alrededor de tu cintura y hombros, sin que queden huecos.
- El bebé esté bien colocado y sujeto al fular, sin que queden huecos entre su cuerpo y el fular.
- Su cabeza esté siempre visible y no esté tapada por ninguna tela.
Conclusión
Los fulares son una excelente opción para transportar a los bebés de forma cómoda y segura. Es importante aprender a colocarlos correctamente para prevenir accidentes y asegurar el bienestar tanto del bebé como del porteador.